jueves, 19 de noviembre de 2009

MI VERSION DE LAS MENINAS



-Versión del cuadro de Las Meninas visto desde el espejo, juega con la ilusión de meterse en el tiempo y cotillear desde dentro del cuadro, con mi cara reflejada en el espejo, posteriormente le puse unas hojas que representaban el tiempo que no pasa por el cuadro, pero a su vez representa también las múltiples lecturas del cuadro y las miles de versiones contradictorias donde cada cual decimos nuestras reflexiones, como es normal que pase con una obra como esta que puede ser la mas importante para mi.
MI VERSION DE LAS MENINAS
O la gran obra maestra y símbolo de un artista que la realizo a espaldas del rey y como muestra de su talento y libertad que consiguió durante su vida en la corte, este cuadro es el único que realmente fue su autorretrato y su legado, donde mostró su grandeza de estilo y arte pictórico y donde puso a cada cual en su sitio para demostrar que en su estudio mandaba él, dejando constancia de la vida a su alrededor.

Ayer Luis Santamaría nos dijo que era imposible que estuviera retratando a los reyes en un cuadro tan grande, bien tiene razón puesto que el cuadro que el esta pintando es el mismo cuadro de las meninas, pero como muy bien dijo Santamaría el Sr. Velazquez estudiaba minuciosamente sus cuadros antes de ponerse a pintarlos, sobre todo los que hacia por gusto. La posición es pintando a los reyes Felipe IV y Mariana de Austria reflejados en el espejo, dejando como símbolo lo grande que el se sentía por tener a los reyes a su disposición y su colocación en principio de poca importancia reflejada en el espejo, pone esa distancia social entre el y los reyes, y a su vez pinta a la infanta Margarita de 6 años y su pequeña corte más cercana e importante para el por la proximidad de cariño como si de su nieta se tratase al acercarse a su estudio a verle pintar, a la vez muestra su pequeña corte que la acompañaba siempre tal como el la ve, con las damas María Agustina Sarmiento e Isabel de Velasco y la enana Mari Bárbola o el perro dócil pateado por el enano Nicolasillo Pertusato para conseguir dar un ambiente más coloquial, coloca al fondo a José Nieto aposentador de la corte como si entrase o saliese de su estudio habitualmente.

La Cruz de Santiago se añadió al cuadro en 1659 a instancias del rey, pero este gesto que culmina su obra dándose la importancia total a su carrera y a su cuadro autobiográfico, me parece imposible que alguien que no fuera el la pintara, puesto que el murió un año después en 1660.

A Las Meninas solo les falta que estuviesen en el museo Louvre, para convertirse en el cuadro más importante del mundo, promocionado por los franceses únicos en saber hacer valer y sacarle todo su fruto a sus obras maestras.

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