El
teatro, ese mundo mágico lleno de historias que nos hacen reflexionar.
Cuando
acudes al teatro, esperas hacer una
pausa en tu vida para enriquecerla con el pedazo de mundo que nos representan, haciéndonos sentir sensaciones nuevas y si es posible hacernos
creer que otro mundo es posible.
Cuando sales, después de criticar o alabar la obra, vuelves a tu vida y salvo excepciones, como hoy a solas, piensas en la obra que vimos la semana pasada en Madrid (TEATRO MARAVILLAS - Shirley VALENTINE) y recuerdas como una sola actriz Verónica Forqué fue capaz de hacernos llenar dos horas de vida y de sonrisas.
Nota
sobre la Obra:
Shirley VALENTINE es, sólo en apariencia, una
mujer igual a millones de amas de casa que tienen vidas similares y paralelas
en cualquier país del mundo. Sólo que ella vive en un adosado en un típico barrió
obrero de Liverpool...